Las lunas no se opacan solo por estética, también bloquean los rayos UVA del sol y ayudan a prevenir el cáncer de piel.
Tintar las lunas del coche no es nada nuevo, lleva años siendo algo habitual entre los vehículos. Se han demostrado varios de los beneficios de conducir con los cristales del coche tintados, entre ellos: filtran los rayos UVA del sol por lo que protegen del cáncer de piel, frenan el impacto del sol en el interior del coche, baja la temperatura del vehículo, evita deslumbramientos en carretera y además evita que los cristales se rompan en caso de accidente.
Existen varios tipos de cristales laminados y varios requisitos que tienen que cumplir. La primera manera de instalar los cristales tintados es escogerlos como extra al comprar el coche. Después, existen las láminas tintadas las cuales tienen un montón de tonalidades y se cortan a la medida de la ventana. También existen las precortadas que solo existen en medidas estándar.
Para estos dos últimos casos, su colocación tiene que seguir unos pasos determinados y además deben instalarse en un taller para conseguir un certificado de acreditación para poder pasar la ITV.
¿Son legales?
Sí, es legal instalar lunas tintadas en el coche o escogerlas de fábrica, pero siempre se debe tener un certificado de instalación y homologación. Esta documentación debe acompañar siempre la ficha técnica del vehículo y se debe presentar en la ITV del coche.
Otro requisito para que este extra no se convierta en una desventaja, una inseguridad o incluso un motivo de sanción es no tintar nunca las ventanillas delanteras y mucho menos el parabrisas. La multa podría ascender hasta los 200 euros, aunque hay algunas excepciones para aquellos conductores que sufren problemas de salud como lupus y necesitan protegerse del sol.